Posteado por: administrador | 18 de febrero de 2012

Cortan la calefacción a treinta familias por una disputa con la comunidad

Fuente:ideal.es

Conciliar el sueño en una habitación que no llega a los diez grados de temperatura es casi misión imposible, por muchas mantas que uno se ponga encima. En esa tesitura se encuentran los vecinos del número uno de la calle Jesse Owens cada noche desde el pasado 7 de febrero, en plena ola de frío. Las treinta familias del bloque nueve de la urbanización Parque de la Rosaleda llevaban tres años sin calefacción por un problema con la comunidad de propietarios que se está dirimiendo en los tribunales. El 23 de noviembre recobraron el ‘preciado’ servicio, pero no parece que el invierno vaya a ser tranquilo porque la disputa los ha vuelto a dejar sin calefacción en otro pico de temperaturas gélidas.
 
Aunque el enfrentamiento entre el bloque número nueve y los otros ocho tiene su origen hace más de tres décadas, es en 2009 cuando se recrudece. En esa fecha, los vecinos del bloque número nueve –el que no tiene calefacción– se constituyen en comunidad de vecinos aparte «solo para que nuestro bloque esté arreglado, porque cuando estábamos juntos los nueve nunca arreglaban nada en nuestro edificio», apunta Juan Ávila, presidente de los vecinos de ese edificio. Sin embargo, afirman que los servicios básicos son comunes, de forma que solo hay una caldera para la calefacción de los nueve bloques.
 
Desde aquel momento, en 2009, los vecinos del bloque 9 no han tenido calefacción, motivo por el que acudieron a los juzgados. En este largo periplo judicial cuentan con varias sentencias en las que se reconoce que la comunidad de vecinos debe restablecerles el uso y disfrute de la caldera. Así, los juzgados de primera instancia número ocho y trece, además de la Audiencia Provincial, han condenado a la comunidad de vecinos de los bloques 1 a 8 a restablecer el servicio.
 
Por orden judicial
«Finalmente, el 23 de noviembre hicieron caso a la sentencia y nos conectaron de nuevo la calefacción», explica Juan Ávila en la entrada de su bloque, rodeado de una docena de vecinos. Pero el calor duraría poco en sus hogares. Hubo alguna avería porque la instalación llevaba tres años sin usarse, pero el conflicto siguió cuando les llegó la factura de ocho mil euros, a sufragar por las treinta familias del bloque. «Nos están cobrando como si ellos fueran la empresa suministradora, pero deberían cobrarnos por los metros útiles de las viviendas», se queja Antonia, otra de las vecinas. Así que las familias de este inmueble pidieron la descripción de la factura y se negaron a pagarla por no estar de acuerdo con la cantidad y sus convecino no dudaron en cortarles de nuevo la calefacción el día 7 de febrero, cuando Granada encadenaba temperaturas mínimas de ocho grados bajo cero.
 
«En mi casa hace menos frío porque he tenido que poner radiadores eléctricos en todas las habitaciones», explica Mª Ángeles. Sandra, que tiene una hija de cinco años, afirma que está pagando facturas de electricidad de más de doscientos euros: «No me voy a arriesgar a que la niña se me ponga mala con este frío». Mantas, braseros eléctricos y mesas de camilla son sus aliados en estos días gélidos. Incluso el día de Nochebuena lo pasaron sin calefacción porque hubo una avería accidental, aunque ellos también lo achacan al enfrentamiento que mantienen con los otros ocho bloques.
 
Impago
Desde la comunidad de vecinos mantienen que si se les ha cortado la calefacción ha sido por impago. Fidel Jiménez, abogado de la comunidad, apunta que las sentencias les obligan a conectar la calefacción, pero también argumenta que los vecinos del otro bloque deben abonar este servicio. Sin embargo, afirma que llevan sin pagar las tres facturas que se les han remitido «y los otros ocho bloques no pueden asumir el dinero que adeudan». Por este motivo, la falta de pago, la comunidad de vecinos ha cortado la calefacción a los inquilinos del bloque nueve.
 
Y es que si el uso de la caldera ha sido polémico, la factura por este servicio no lo ha sido menos. El abogado de la comunidad apunta que se les ha cobrado en función de su consumo, ya que se les instaló un contador aparte para evitar problemas. «Nos parece el sistema más justo, porque solo se les cobra lo que gastan», señaló Fidel. Sin embargo, los vecinos del bloque nueve creen que se les debe cobrar según los metros cuadrados útiles de la vivienda, algo estipulado en el título constitutivo de la comunidad de propietarios. Pero tampoco en eso se ponen de acuerdo estos vecinos mal avenidos. Y mientras ellos pelean en los juzgados, las temperaturas siguen bajando.
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